KS 5 (Airless)

El aparato pulverizador manual trabaja según el principio Airless, es decir, el chorro de pulverización es generado exclusivamente por la presión del material, que es proyectado a través de una boquilla. Al salir de la boquilla, el chorro pulverizador adopta la forma predeterminada por la boquilla y es dirigido directamente a la pieza de trabajo. El chorro pulverizador efectivo no es tan ancho como teóricamente posible. Las partículas del chorro pulverizador alcanzan velocidades muy superiores a las de los aparatos pulverizadores asistidos por aire comprimido.

El material de recubrimiento utilizado se aplica sobre la superficie del siguiente modo: una persona guía el aparato pulverizador manual con la mano sobre la superficie tratada y acciona la pulverización en el punto previsto accionando el gatillo. El material de recubrimiento se suministra al aparato pulverizador manual en forma líquida a una presión elevada.

Presionando el gatillo hacia la empuñadura del cuerpo principal la aguja de la válvula se empuja hacia atrás en contra de la fuerza de retroceso del muelle de la válvula. La aguja de la válvula sale del asiento de la válvula del tornillo correspondiente, liberando así el flujo de material a la boquilla. A través de esta el material se pulveriza en forma de chorro cónico. La cantidad de material pulverizado varía exclusivamente en función del tamaño de la boquilla y de la presión del material.

El diámetro del orificio de la boquilla determina la cantidad de flujo del material, mientras el tamaño y geometría del orificio de la boquilla, siempre de forma elíptica, determinan la altura y anchura del chorro (forma de cono en elipse). El diámetro del orificio de la boquilla determina la cantidad de material pulverizado, mientras que el tamaño y la geometría del orificio de la boquilla con forma siempre elíptica determinan la altura y el ancho del chorro.

Hay disponibles una gran cantidad de boquillas Airless. Pueden solicitarse a Krautzberger GmbH.
La boquilla se puede girar 360º progresivamente alrededor del eje del chorro e inmovilizar en cualquier posición. De esta forma se puede adaptar de forma óptima el ángulo de incidencia del chorro sobre la pieza de trabajo a las necesidades concretas. Su utilización es especialmente ventajosa cuando lo fundamental es tratar cantidades relativamente grandes de material por unidad de tiempo.